Es la combinación perfecta de paisajas, sabores y actividades de todo tipo.
El barrio turco es uno de los paseos más distinguidos y, en su corazoón, nos encontramos con la mezquita Kabir, una obra de arquitectura islámica. Caminar por sus calles nos transporta en tiempo y espacio y nos permite conocer las costumbres y la cultura musulmana.
También merece una visita el castillo de Kolossi, en las afueras de la ciudad y las Ruinas de Kourion es otro importante vestigio de la antigüedad, donde el teatro romano es su principal monumento.
Limassol es también conocida por su tradición vitivinícola. Recorrer las campiñas y disfrutar de los magníficos paisajes de los cultivos de la vid es otra de las formas de descubrir la esencia de Limassol, disfrutando además de las aldeas pintorescas que se extiendes en los campos.
Dentro de Limassol no debemos olvidar algunos municipios destacados, como son Polemidhia, Agios Athanasios o Mesa Geitona.